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. Clasificación B
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Pudo haberse llamado: Sing me, sing me!
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Estrella de música en decadencia se encuentra en un torbellino de alcohol que no le permite seguir adelante. Encuentra el amor y decide cambiar. Redimido, redescubre su camino y escribe bella canción. ¿Les suena?
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Es cierto que la premisa es obvia y es uno de los clichés más reincidentes en las películas de hollywood. Previos nominados a los oscares (como Mickey Rourke en EL LUCHADOR o Joaquin Phoenix en WALK THE LINE) vivieron el mismo proceso. ¿Qué es entonces lo que hace esta película diferente y digna de ser vista?
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Primero: la película no es sobre una persona; es sobre una canción. Una canción que quiere salir y se ve bloqueada por la incapacidad de su creador de mirarse al espejo. Y es una buena canción, del tipo de las que ganan Óscares.
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Segundo: Jeff Bridges es estupendo. No hay en su actuación rasgo visible de método o esfuerzo; se integra al personaje de forma tal que no parece estar actuando en lo absoluto. Es deplorable y autodestructuvo y digno de compasión. Maggie Gyllenhaal es adecuada y nomás.
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Fuera de eso, la película no aporta mucho ni es la gran maravilla. Vela si te gusta la música Country y si te gustan las películas de redención musical.
1 comment:
Mi buen Frank, De no ser por tu coment en el fbook de Manuel, yo no me entero que tienes un blog de crítica de cine...
Bien ahí. Me gusta, enhorabuena. Me convertiré en asiduo tuyo...
Saludos
atte
meño
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